Cada planta en su lugar!
No todas las plantas se adaptan a cualquier tipo de maceta. Las plantas de interior, y todas las que requieren riego diario, van a vivir muy bien en macetas de plástico, que conservan mejor la humedad. Los cactus y las suculentas viven muy bien en macetas de terracota, tanto en interiores como en exteriores, ya que les permiten a sus raíces exudar el exceso de humedad y, eventualmente, tomar humedad del ambiente en caso de necesitarlo, gracias a su porosidad.
La mayor parte de las suculentas también disfrutan de recipientes de poca profundidad y mayor desarrollo de boca (tipo pailas), porque eso les permite crecer a lo ancho, como lo hacen en la naturaleza.
Conviene plantar los cactus, sobre todo los de forma columnar, en macetas grandes y con bastante base y profundidad para evitar que se vuelquen. Para esto son ideales las macetas de terracota y las de fibrocemento.
Los árboles de pequeño porte y los arbustos crecen fuertes en los contenedores con la típica proporción de las macetas cónicas de terracota, donde el ancho de la boca coincide con la altura total de la maceta.
Para la huerta también son ideales las macetas de terracota por que permiten que se evapore el exceso de agua de riego. También los cajones de madera, aunque es conveniente
aplicarles algún tipo de protección para evitar que se pudran.
Se pueden tratar con aceite de lino o de cocina (usado). Ambas opciones son preferibles al barniz sintético porque no son tóxicas. Podés forrar el cajón por dentro con media sombra, mosquitero o alguna tela plástica que se consigue en los mercados de la construcción.

PH Fen Ivanova